Megan Hart - Titulos Individuales

En los Limites del Deseo

REGLAS PARA TONTEAR EN EL LUGAR DE TRABAJO

1. No te saltes las normas de la empresa. Solo tienes una oportunidad para conseguir por fin ese despacho con vistas. Lo último que necesitas es una distracción, por excitante que sea.

2. No salgas con tu jefe. Sí, Jamison Wolfe tiene una sonrisa que podría provocar un orgasmo en cualquier mujer, pero concéntrate en lo importante: es tu estricto y controlador jefe. Tu guapísimo, sexy y controlador jefe.

3.Nada de gestos afectuosos en la oficina. Bueno, esta te la saltaste una vez. Era una tentación tener a Jamison desnudo y completamente a tu merced.

4. Prepárate para lo peor. Esto no puede llegar a ningún sitio; él lo sabe, tú lo sabes. ¿Entonces por qué parar ahora?

5. Sé discreta. Aunque se vuelva intenso. Incluso aunque los empuje a los dos al límite…

Esto es lo que Deseo

Una monótona empleada de oficina se transforma a sí misma por la noche en la diosa del sexo de la blogosfera.

Durante el día era Eve Grant, una monótona empleada de atención al cliente en un monótono cubículo de oficina. Pero por la noche se convierte en Eris Apparent, diosa del sexo de la blogosfera, donde puede expresar su verdadero ser en vibrantes fantasías eróticas.

Como Eve, ella se entretiene deseando, fantasías no cumplidas sobre su sexy compañero de trabajo. Pero como Eris Apparent, ella es abierta y exigente cuando mantiene un erótico affaire cibernético con el misterioso Cuenta_me.
La Amante Imaginaria

Este mes, me llamo Mary.

Cada mes tengo un nombre distinto… Brandy, Honey, Amy… a veces, Joe ni siquiera se molesta en preguntar, pero siempre consigue excitarme con su cuerpo, con su boca y sus caricias. No importa cómo me llamo ni dónde me ha conocido, el sexo siempre es increíble y no dejo de desearlo durante las largas semanas que pasan hasta que vuelvo a verlo.

Mi nombre real es Sadie, y una vez al mes, a la hora de la comida, Joe me lo cuenta todo sobre su último ligue; sin embargo, él no sabe que en mi mente yo soy la protagonista de todas las aventuras de una noche que va revelándome, y que estoy prácticamente obsesionada con nuestra imaginaria vida sexual. Sé que está mal y que mi marido no lo entendería, pero no puedo renunciar a nuestros encuentros aún… no, aún no.

Todo lo que Puedas Comer

Daisy Cooper odia un montón de cosas acerca de su trabajo como conductora de camión de larga distancia, pero detenerse en restaurante «Ven y Cena» no es uno de ellos.

Sonny Dean hace una increíble media tarta de manzana, pero hay más para él que la canela y el azúcar. Sonny está lleno de especias, y cuando Daisy se detiene frente al esperado letrero intermitente «Todo lo que puedas comer», ella sabe que está a punto de tener todos los apetitos satisfechos…
Viaje al Pasado

Un accidente de infancia convirtió a Emmaline en una persona propensa a sufrir alarmantes desvanecimientos; aunque apenas duraban unos minutos, para ella parecían prolongarse durante una eternidad. Aquellos episodios eran incómodos, pero manejables… hasta que conoció a Johnny Dellasandro.

Aquel pintor huraño y solitario había ganado notoriedad en los años setenta por su estilo de vida desenfrenado y sus películas pornográficas de arte y ensayo. Su cuerpo desnudo había llegado a convertirse en un objeto de culto, especialmente para Emma, que llegó a obsesionarse con aquel hombre al que la edad había hecho más sexy. Pero Johnny huía de los focos, y de Emm en particular… Hasta que Emm sufrió un desvanecimiento en la puerta de su casa.

En aquel momento, fue transportada treinta años atrás y se encontró de pronto en casa de Johnny cuando este estaba en pleno esplendor. La noche fue un torbellino de calor y sexo que continuó impregnando su piel mucho tiempo después de que regresara al presente…
Vainilla

El gusto se adquiría… lo único que necesitaba él era adquirirlo.

Elise tenía muy claro lo que le gustaba en la cama, y se aseguraba de conseguirlo. Su sed de dominación estaba saciada desde hacía tiempo gracias a unos cuantos hombres más que felices de inclinarse ante ella.Sin embargo, la satisfacción sexual no era lo mismo que el amor, y ella ya se había quemado en el pasado por ofrecer su corazón con excesiva libertad.

Niall era guapo, inteligente, triunfador y dulce… dulce como la vainilla. Al instante de conocerse, su atracción hizo saltar chispas, a pesar de que él no compartía sus gustos sexuales. Aunque Elise intentó evitarlo, terminó por sucumbir y enamorarse de él, pero ¿cómo podría funcionar una relación en la que ambos amantes querían colocarse encima?
Ultimo Destino

De vez en cuando, Stella compraba un billete de avión para dejar su vida atrás. Su casa era un lugar con demasiados recuerdos, y marcharse era la mejor distracción para ella.

En cuanto llegaba a su destino, iba al bar del aeropuerto, pedía una copa y esperaba a que apareciera el tipo idóneo. Un hombre de negocios aburrido, un mochilero, un mozo de equipajes que acabara de terminar su turno. Y, si le apetecía tener una aventura sin compromisos, era perfecto. En cada una de aquellas ocasiones, esa aventura resultaba ser una emocionante huida de la realidad que le daba a la palabra «escala» un nuevo significado.

Cuando un fin de semana conoció en Chicago al enigmático Matthew, se encontró con unas fuertes turbulencias. Matthew tenía algo que le dio a entender que ella no era la única que estaba huyendo del pasado. La conexión fue explosiva y, por primera vez, a Stella no le bastó con un solo encuentro. Sin embargo, el hecho de volver y encontrarse a aquel hombre espectacular esperándola fue la parte más fácil. Enfrentarse al motivo por el que estaba allí era otra cuestión muy diferente…
Mas Profundo

Veinte años atrás, tenía toda una vida por delante. Era Bess Walsh, una estudiante de clase media dispuesta a conquistar el mundo del diseño de moda. Y se enamoró locamente.

Pero no de Andy, su novio formal e intelectual al que en más de una ocasión le había insinuado su deseo de casarse. No. Durante aquel cálido verano en que trabajó como camarera y vivió en la playa conoció a Nick, el temperamental y moreno chico malo del lugar. Él no era alguien que pudiera presentarle a su padre, por decirlo suavemente.

En vez de eso, Nick se convirtió en su oscuro secretillo: un ferviente cómplice sexual que sabía cómo avivar aquella devastadora obsesión que no sabía que llevaba dentro.

Bess siempre se ha preguntado qué fue de Nick después de aquel verano, después de su promesa de encontrarse de nuevo. Y ahora, de vuelta en la casa de la playa para tomarse un respiro de sus responsabilidades, del matrimonio, de la vida, descubre cuál fue su terrible destino y por qué nunca volvió a por ella. De pronto siente su nombre en los labios, sus manos en los muslos, su negro cabello y sus ojos la llaman desde las negras profundidades del purgatorio.

Muerto, vivo, o algo entre ambas cosas… pero no pueden controlar la pasión.
La Distancia entre Nosotros

Tesla Martin vivía plácidamente sirviendo cafés en la cafetería Morningstar Mocha, disfrutando de las idas y venidas de sus clientes favoritos. Sin embargo, ninguno de ellos podía compararse con Meredith, una mujer carismática que se las arreglaba para sonsacarle la historia de su vida incluso al más tímido de los mortales.

Con su canto de sirena, Meredith consiguió atrapar a Tesla en su órbita sensual e irresistible y, sin reservas, Tesla compartió con ella vivencias que había olvidado hacía mucho. Nada de lo que le proponía Meredith le parecía imposible, ni siquiera acostarse con su marido, Charlie, mientras ella miraba.

En un abrir y cerrar de ojos, Tesla entró a formar parte de un triángulo amoroso. Junto a Charlie, sensato y de carácter tranquilo, y Meredith, brillante y exasperante al mismo tiempo, Tesla encontró lo que siempre había soñado, aunque nadie más pudiera entenderlo. Eran tres contra el mundo.

Pero los vértices del triángulo comenzaron a separarse muy pronto, hasta que solo quedaron dos, y el espacio intermedio se llenó de confusión, dolor y posibilidades.
Extraños en la Cama

Viéndome al frente de una empresa de pompas fúnebres, nadie podría sospechar que me gasto el dinero en gigolós y sexo sin compromisos. Pero así es. Las personas que me visitan a diario en la funeraria me recuerdan que toda relación de pareja está condenada a acabarse, y la mejor manera de protegerme contra ese dolor es pagar para saciar mis apetitos sexuales sin que mis sentimientos corran peligro.

Por desgracia, con Sam cometí un error que puede costarme muy caro. Lo confundí con el gigoló al que había pagado para que me sedujera en un bar y me llevara a la cama y ahora no sé si quiero volver a mis aventuras de pago. Lo único que espero es que Sam no descubra esa parte inconfesable de mi vida…
En sus Manos

No pienses. No preguntes. Actúa.

Aquel anónimo no iba dirigido a mí. No te equivoques conmigo, no tengo la costumbre de leer el correo ajeno, pero era un simple pedazo de papel con unas cuantas líneas escritas a mano. Era evidente que iba dirigido a otro vecino. Parecía una nota inocente, pero, decididamente –y deliciosamente-, no lo era.

Antes de meter aquella nota, y las que la siguieron, en su buzón, devoraba su contenido: sugerencias, instrucciones, emplazamientos, órdenes. Cada uno de ellos más atrevido que el anterior, más complicado y… más excitante. Y yo los seguía todos al pie de la letra.

Antes de recibir aquellas notas, si un hombre me hubiera dicho lo que tenía que hacer, le habría enviado a paseo. Pero la sumisión es un arte y hay algo extrañamente liberador al cumplir las órdenes de otro… Sobre todo cuando eso te hace sentirte tan bien. Pero he ido descubriendo que cuanto más me someto, más poderosa me siento, así que ya va siendo hora de invertir los papeles.Ahora pongo yo las reglas del juego.


No hay comentarios:

Publicar un comentario