03
El día de la boda finalmente llega, pero cuando el novio,
Peter Ferro Granz, aparece en un esmoquin roto y cubierto de sangre, lo da por
terminado. No hay explicación en sus ojos torturados, y el hombre hermoso se
marcha sin decir nada.
Sidney no va a alejarse sin pelear. Puede recuperarse de
una boda dañada, pero una vida sin Peter es impensable. A medida que junta los
acontecimientos de la noche anterior, queda claro que un viejo enemigo tiene un
asunto con Peter, y si Sidney se interpone en el camino podría destruirlo a
ambos.
02
El hogar no se supone que sea peligroso, pero para Sidney
lo es.
Regresar a casa significa que tiene que enfrentarse a su pasado. No es
sólo el hombre que lastimó a Sidney lo que lo hace horrible, sino la familia
que no le creyó. Estaban muertos para ella, pero ahora que su mamá está
realmente muriendo, las cosas parecen diferentes. Es una oportunidad para
arreglar las cosas.
De lo que Sidney no se da cuenta es que está arrastrando a
Peter hacia una colisión con su pasado. Peter debe hacer frente a los demonios
que lo inquietan si quiere seguir adelante con Sidney. Él está dispuesto a
renunciar a todo por ella, incluso a meterse más profundamente en su vida
pasada para ayudarla a seguir adelante. Pero, Peter no está seguro de si puede
conseguir superar lo que le pasó en Nueva York
01
La vida es un asco.
Y, tan pronto como Sydney recoge los
pedazos algo la golpea en el trasero. Nunca se trata de algo bonito, pero esta
vez es diferente. Esta vez bonito ni siquiera en la palabra correcta.
Peter es la personificación de la perfección. Es como si
cayó de su posición de ángel del purgatorio, porque enfrentémoslo, cualquier
sujeto que sea así de ardiente tiene que ser malo. Él probablemente fue enviado
aquí a arruinarle la vida.
Peter es mucho más que hermoso, con sus sexy ojos azules,
cabello oscuro y cuerpo tonificado. Agrega a esto encantador ingenio y Peter es
todo lo que Sidney siempre quiso en un hombre, pero cuando las cosas se ponen
calientes y pesadas, Peter le muestra la puerta. Sidney toma el camino de la
vergüenza y se marcha. Es el final de la peor cita a ciegas. Su vida no podría
empeorar, pero lo hace.
A la mañana siguiente todo se desmorona. El sujeto
increíblemente ardiente de anoche, el que la vio medio desnuda, está enseñando
en frente de la sala de clases.
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