Curiosa por el MMF
Kate ama a Michael, pero su vida sexual (la poca que hay)
es simplemente demasiado aburrida. Se ve obligada a ocultar su pasión secreta:
nada la excita más que ver porno hombre/hombre.
Al día siguiente, en el trabajo, tiene que hacer horas
extras y le piden que recoja algunas piezas. Los almacenes están desiertos, o
eso cree ella hasta que oye voces y se topa con los dos chicos que trabajan en
los almacenes teniendo sexo. Consigue escabullirse sin que la vean.
Al día siguiente, cuando recibe una llamada tardía para
recoger un pedido urgente de última hora en las tiendas, recibe mucho más de lo
que esperaba. Los dos chicos saben que los ha visto y, además, revelan que
siempre han estado interesados en ella. Lo que empezó como otro día aburrido en
el trabajo pronto se convierte en una noche llena de vapor en los almacenes.
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