Después de la derrota de su país en la
guerra Sudhraian-Nordanese, él hace el “sacrificio” de hacer algo completamente
en contra de la tradición de su país, tomándola como esposa. Sin embargo, convencerla
de que lo permita dentro de su cuerpo, y mucho menos su corazón, será otra
guerra por completo.
Anaisse está de acuerdo con la
disposición de servir a su país, pero Gregor la asusta profundamente. Seduce
sus deseos sexuales reprimidos por una vida salvaje y hermosa, y hace que cada
una de sus fantasías se hagan realidad. Nunca ha conocido a un hombre por el
que podría perderse a sí misma fácilmente, en cuerpo y alma, y perderse por un
hombre es su mayor temor.
Sin embargo, otro hombre se esconde en las
sombras con el único propósito de destruir su unión. Él espera y observa con
una mente retorcida por la derrota de su pueblo. Su objetivo es hacer que
Anaisse acepte la muerte, en lugar de Gregor.
Rue reconoce la ira en Lilane y también
el dolor y la vulnerabilidad bajo ella. Promete convertir su ira en pasión
sexual y sabe exactamente cómo avivar sus deseos oscuros. Mientras Rue seduce a
Lilane, él la lleva a un peligroso engaño diseñado para dar a Nordan una
ventaja en la guerra y obtener protección para su perseguido pueblo, los Aviat.
Al final Rue y Lilane podrían perder sus
corazones y quizás sus vidas.
Al Capitán Talyn se le confía el cuidado
y domesticación de la salvaje y reservada mujer. Su propio pasado es un
misterio para él y Raven trae consigo muchos de sus amargos recuerdos. Él se
siente inexplicablemente atraído hacia ella, obsesionado.
Hay una amenaza para sus secretos que
Raven no ha logrado eludir, una amenaza que jura tenerla para sí mismo. Él no
se detendrá ante nada para poseerla.
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