Estrangulamiento
Un momento
estaba saliendo del trabajo y al siguiente estaba entreteniendo a un alienígena
verde plateado que intentaba conocerme por completo.
Su
invasión a nuestro mundo sin violencia, ni problemas.
Se visten
como hombres humanos, comen en restaurantes humanos, votan, pagan impuestos y
controlan hasta el último de nosotros.
No
entiendo cómo nadie más puede ver lo que yo. Que su belleza es una trampa.
Han venido
aquí por mujeres, con la intención de crear compañeras de vida, a través de la
seducción y manipulación mental, empleando cuerpos musculosos capaces de
satisfacer cualquier deseo femenino. Acoplándose a nuestros deseos.
Hasta que
cada una de nosotras haya sido reclamada, marcada y cambiada. Asimilada.
No tenemos
elección. Pueden hacer que nos guste. Pueden hacernos desearlos. Pueden
obligarnos a hacer lo que quieran.
Sed
Humana, frágil, disponible...
...debería pagar el precio exorbitante
que exige el distribuidor de carne insectoide.
Bonita incluso en su rareza. La criatura
alienígena es todo lo que necesito para saciar mi frenesí de siembra. Su
especie protegida,
diseñada para sobrevivir a mis
necesidades. Construida para servir una y otra vez.
Una mirada hacia ella atrapada en las
contenciones, y ya se muestran mis tentáculos. La piel se calienta del azul de
la calma, directamente al rojo.
Yo la alimentaré. Bañaré. Mantendré
caliente en los pasillos helados de mi nave.
Sembrarla. Engendrara un Imperio.
Y, según el manual humano, ella me amará
por eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario